La boda de Silvia y Chema en Valencia

Silvia y Chema se casaron en Valencia, no obstante, su relación comenzó a miles de kilómetros de allí, nada más y nada menos que en Taiwán. «Nos conocimos en Taiwán, en la boda de su hermana mayor, que es una de mis mejores amigas. Él vivía allí desde hacía 10 años, volvió ese mismo verano, empezamos la relación, y se quedó en España», cuenta la novia. «Durante un viaje a los Alpes suizos que hicimos para visitar a una amiga, de noche, en el pico de una montaña con preciosas vistas a un lago, me pidió que me casase con él».

Chema y Silvia escogieron el 6 de mayo de 2020 para darse el sí quiero pero, a causa de la pandemia, tuvieron que aplazar la boda. No fue un tiempo fácil, «pasamos la cuarentena cada uno en casa de sus padres, dos meses sin vernos y a las puertas de nuestra supuesta boda» recuerda Silvia.

Pero su historia tiene un final muy feliz. La pareja pudo aplazar la boda al 25 de julio. «Los días previos a la boda pasamos muchísima tensión e incertidumbre ya que parecía que la cosa se volvía a poner fea con el tema COVID-19… ¡pero el día llegó! Nuestra lista de invitados se redujo a la mitad, mucha familia no pudo venir porque vivía fuera y algunas cosas no iban a ser como en una boda normal, pero seguimos adelante, sabíamos que lo importante al final éramos nosotros y el gran paso que íbamos a dar, lo teníamos claro».

A las 12:00 de la mañana del día 25 de julio de 2020, en la Iglesia de Santo Tomás Apóstol de Valencia Chema y Silvia se convirtieron en marido y mujer.

Silvia llevó un vestido de Pronovias que personalizó a su gusto, y que combinó con unas sandalias de Loov Shoes y unos pendientes de Tous. Encarna Barranca se encargó de peinar y maquillar a la novia, y Sapo Pinsapo de crear su ramo, así como de la decoración floral del evento. Chema lució un traje de Pedro del Hierro.

Tras la ceremonia, celebraron su enlace junto con sus invitados en Salones Siglo XXI. Allí disfrutaron de un delicioso menú ofrecido por Grupo REX y de una divertida fiesta.

Cierro el post con las palabras de la novia: «todo salió muchísimo mejor de lo que nunca hubiéramos imaginado. Fue una boda preciosa, emocionante después de todo lo que habíamos pasado hasta llegar al altar, y muy divertida. Es verdad que hubieron algunos cambios en la celebración, que el cocktail era por mesas, la pista de baile estaba dividida también para mantener las distancias… pero fue increíble. Pudimos pasar el día con la gente que más nos quiere, ¡no podemos pedir más! Fue el día de nuestra vida en el que más felices hemos estado».

Os dejo con el maravilloso reportaje fotográfico, obra de Dandelion.

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