María y Pablo se casaron la tarde del pasado 27 de julio en la Iglesia de Santa Bárbara, en Madrid.
María lució un modelo de dos piezas, con cola desmontable, detalles de encaje, tul y tul de plumeti, firmado por Navascues. “Lo tuve claro desde el principio: un corte clásico con aire boho que me permitiera llevar cola y velo para el momento de la Iglesia, pero que se quedara en un vestido manejable y fluido para el baile”, cuenta la novia. Escogió un precioso tocado de Suma Cruz.
La novia llevó dos pares de zapatos en su gran día: unas sandalias de Emilio Badiola y unas cuñas de Navascués.
Paula Marcos maquilló a la novia para el gran día, y Jesús de Paula fue quien la peinó.
Pablo llevó chaqué de Tom Black.
Ines Urquijo se encargó de el ramo y la decoración floral del evento.
La ceremonia tuvo momentos muy especiales y que los novios recuerdan con mucho cariño, como el discurso que dio la prima de María, Eva.
La Finca Las Jarillas fue el lugar escogido por la pareja para celebrar su enlace. Allí pudieron disfrutar del cáterin ofrecido por La Cococha. La música la pusieron Dándote Ritmo Eventos y Drums on Live.
Los novios entraron en el convite al son de “Limbo”, la canción que sonaba en la discoteca donde, seis años antes, se conocieron.
Durante la cena al aire libre, la novia recuerda momentos especiales como, por ejemplo, cuando Pablo le cantó la canción de “La flaca” de Andrés Calamaro, cuando sus amigos les proyectaron un vídeo que habían preparado para ellos, o cuando entregó su ramo a sus dos primas pequeñas.
Los invitados e invitadas pudieron disfrutar de pai país de Lajuar, un beauty corner, una máquina de palomitas y un rincón con luces de neón. A demás, un caricaturista retrató a los invitados durante la boda. Como detalles, recibieron sandalias de esparto, botellas de aceite personalizadas, y llaveros y pulseras solidarias.
El Marco Rojo fue quien realizó las fotografías del evento, y el vídeo corrió a cargo de Ochoveinticuatro.
