Marta y Pablo se conocieron hace siete años en León, durante su etapa universitaria. Tiempo después, también en León, durante las vacaciones de Semana Santa, Pablo sorprendió a su novia con un anillo.
Marta escogió a la diseñadora Sara Lage para que confeccionase el vestido de sus sueños: “El vestido tenía dos partes: la de arriba era una chaqueta con cola y volantes en los hombros y el cierre; y la segunda un sleep dress de seda con cuello halter y unos cortes en la cadera” cuenta Marta. La novia lució unas sandalias rosa palo de Asos, su anillo de pedida, de Sansoeurs, el anillo de compromiso de su abuela y unos pendientes de Coolook, regalo de sus amigas.
Ines Pose fue quien maquilló y peinó a la novia: “el primer look era un moño de bailarina. Después, cuando me abrí la chaqueta del vestido, me solté el moño y me dejé una coleta baja. Finalmente, para el baile, llevé el sleep dress y me dejé el pelo suelto con una ligera onda”.
El ramo de Marta fue obra de Pradovello, un ramo muy delicado y romántico, compuesto por flores de camomila.
El novio fue muy elegante con chaqué azul marino y chaleco reversible de Pugil. «Pablo estuvi diseñando su chaleco reversible durante 4 meses pero, el día de la boda, con los nervios, ¡se le olvidó darle la vuelta y lucir el diseño!» cuenta divertida nuestra novia.
La pareja decidió casarse en Galicia, en una ceremonia civil en el Pazo de Sergude, la tarde del 3 de agosto de 2019. El espacio estuvo decorado por Días Felices. “Pusimos mucha hortensia azul, muy gallega, que me recuerda mucho a mi casa, a mi entorno familiar. Nos decantamos por tonos verdes y azules. Utilizamos manteles y cojines en vichy que hizo mi madre las semanas antes. Una decoración muy sencilla y nada recargada, ya que quería que la decoración no eclipsara mucho la naturaleza del Pazo, que es un espacio espectacular” comenta la novia.
Tras el enlace, Boketé ofreció el cáterin, amenizado por el Grupo Caras Be.
Con la canión de “Viva la vida” de Coldplay, Marta y Pablo entraron al banquete. Durante la cena, vivieron momentos muy especiales que la novia recuerda con especial ilusión, como la entrega del ramo a la familia de su ya marido, y el discurso que este dio durante el banquete, que emocionó a todos los asistentes. Marta y Pablo decidieron sentarse solos en la mesa presidencial, “una de las mejores decisiones que tomamos: tuvimos tiempo para nosotros y nos pudimos relajar” explica Marta.
A la cena le siguió una divertida noche en la que el matrimonio lo dio todo en la pista de baile junto a sus familiares y amigos, gracias a la música de Ayman Prosound.
El reportaje fotográfico de la boda es obra de Daniel Santalla.
